sábado, 9 de junio de 2012

José Antonio Prado

Yo quiero cambiar el mundo



José Antonio Prado trabaja en el CEDURE y es responsable de la existencia de dos de los mejores programas de televisión hechos en Santa Cruz: De Toco a Silla y 2Semanas. Especializado en el tema de formación ciudadana, es un personaje que está siempre en movimiento.

Con un sentido del humor lúcido y una capacidad crítica certera, accedió a que lo entrevistara. El medio que nos acogió fue el Facebook, a través del cual José Antonio expresa sus opiniones constantemente.



p. ¡Aquí estoy! ¡Qué comience la preguntadera!

j. ¡Que comience! Me reservo el derecho de mandarte al corno.

p. José Antonio, ¿cuál es tu personaje favorito de la actualidad boliviana?

j. Miechi, comenzamos mal. No tengo.

p. ¿Ni siquiera uno por ser el peor de todos?

j. Tengo a varios que califican como "los peores" pero no merecen ser favoritos. No es que crea que no hay gente, pero esa gente ha decidido no formar parte de la "actualidad boliviana". Por ejemplo, si Roberto Valcarcel fuera digamos, concejal municipal, sería sin dudas mi personaje favorito. Pero es un ser íntimo, privado y mezquinado a la pluribolivianidad. Y como él hay muchos, que deciden participar solo a veces y de formas muy puntuales y quirúrgicas.

p. Entonces, ¿piensas que somos parte de una generación, digamos "pasiva"? Si es así, ¿a qué crees que se deba?

j. Entendiendo como generación a todos los que estamos vivos hoy, pienso que somos una generación no pasiva, pero sí retraída, que se mete solo en sus asuntos y se da poco a los demás. Pasiva no; pero estamos muuuy metidos en nuestros asuntos.

p. ¿Individualista?

j. Sip.

p.      ¿Poco comprometida con la sociedad?

j.        Me da la impresión de que para gran parte de la gente, este hecho mágico y delicado que es convivir en sociedad, entre miles y millones, no es tomado como un pacto, uno frágil y honorable, sino como... (si esto fuera una charla de café, vos ahora completarías mi frase y me sacarías de este entuerto)

p.      Jaja, seguramente.

j.        Pero, ¿me entendés? No existe la mística de vivir en sociedad, existen otras místicas por ahí, pero no esa. ¿Me explico?

p.      Te entiendo, pero creo que la palabra "compromiso" es importante. Por ejemplo, yo pienso que tú eres una persona comprometida en todo sentido, con tu comunidad, con la sociedad y con el país. ¿Es porque somos individualistas que esto no está funcionando? Porque, creo que coincidimos en que no está funcionando…

j.        Yo creo que se puede ser individualista y comprometido, si hay una mística que soporte esa escala de valores, ¿es contradictorio lo que digo?, (suena un poco contradictorio). Voy a intentar explicarme: vos puedes ver el mundo girando en torno tuyo, y aún así entender que para que tu mundo funcione como debiera, los demás también tienen que ser felices, en lo posible.

p.      Hay que entender que somos parte de un sistema y que cada uno es pieza importante del sistema.

j.        No es que yo piense así, yo no me considero un individualista, pero intento romper una dicotomía que se me ocurre caprichosamente que no tiene por qué ser cierta. Y sí, somos parte de un sistema, pero de un sistema caótico. Es decir, un sistema en el cual las influencias son impajaritables. Lo que hagas afecta impajaritablemente. Pero nos estamos poniendo pajeros…

p.      Si te digo: "la educación es la solución", ¿estás de acuerdo?

j.        Estoy de acuerdo en principio. Claro, uno puede buscarle trampas a la afirmación, y encontrarlas. Pero sí, de acuerdo completamente. Es la forma de agrietar y romper el círculo vicioso.

p.      Entonces, si estamos de acuerdo con eso, ¿cuál es el principal problema de nuestro sistema educativo?

j.        Que no es un sistema. Es una juntucha de aparatos deficientes. La educación (y acá se huelen las trampas de las que te hablaba) es una técnica, una serie de técnicas para transmitir algo, pero tiene que haber ese algo. La capacidad de aprender y conocer se debe enseñar de manera estructurada y consistente, y nosotros, en todo ámbito y escala, lo que hacemos es dar puchitos de información. Y a veces trucha.

p.      Si fueras un profesor de colegio, ¿cómo sería una clase tuya?

j.       Ya he tenido la experiencia de ser profesor, y me he divertido como enano. Claro que no era de colegio.Cómo sería una clase... Pa’ comenzar, en mi aula tendría pintado un timeline de la historia de la humanidad. Uno que de la vuelta al aula. De ese modo, podés siempre tener referencias, comparaciones, ubicatex. Luego, tendrían que haber los gugleadores, alumnos que se dediquen a guglear la info dura que se vaya requiriendo a medida que se discute y se profundiza (internet en el aula, claro). Los temas se podrían proponer y votar en cada clase.

p.      ¿Estarían las tecnologías, con todo lo que significan: democracia y libertad?

j.        No habría forma de no participar, sería una trampa para estudiantes. Creo que sería divertido una clase así. Claro, de democracia y su gimnasia, no sólo su teoría.

p.      Si te digo "información igual a poder", ¿estás de acuerdo?

j.        No necesariamente, porque la info necesita ser decodificada para ser útil. Te puede pasar por las narices info que te daría poder, pero si no significa nada para vos, no va a pasar nada.

p.      Si te digo "ya no hay que enseñar contenidos, hay que enseñar habilidades para el manejo de la información", ¿estás de acuerdo?

j.        Miechi. ¡Qué radical! Yo pienso que hay contenidos que hacen a la identidad y la cultura. Vaciarse completamente de contenidos para que sean llenados por las mareas más fuertes del éter, lo hallo medio hiperglobalizante.

p.      Jose, ¿eres feminista?

j.        Creo que sí.

p.      ¿Por qué crees?; o en todo caso, ¿por qué no estás seguro?

j.        Bueno, no sé si calzaré en la definición formal. Te digo lo que yo pienso: yo creo que la sociedad se viene autoflagelando patéticamente desde hace demasiado tiempo, con esto de relegar a la mitad de la población al patio oscuro de la esclavitud. En todos sus grados. Pienso que una sociedad que quiere prosperar y encontrarse tiene que terminar, de una vez, con esa micro esclavitud doméstica que tenemos enquistada.

p.      Entonces, ¿crees que es la cuestión de género una problemática base en la sociedad?

j.        ¡Es la injusticia más transversal de todas! Ocurre en la casa, ocurre en un concejo municipal boliviano. En ambas esferas las mujeres son disminuidas y a veces hasta asesinadas. (Soy alcocacólico, voy a rellenar mi vaso y vuelvo)

p.      (Daleeee!!!)

j.        okey, burbujitas en el cerebro, ¡check!.

p.      ¿Viste la publicidad de la cerveza Cruceña?, esa en la que está un chico en la barra de un bar, al lado la chica hermosa que no le da bola, pero cuando le sirven la cerveza fría al muchacho, una brisa pasa a la espalda de ella y....

j.        Sí. ¿por?

p.      Porque la chica, al sentir el frío hace un gemido e inmediatamente la cámara apunta a sus pechos y se puede ver que sus pezones están erectos. Esta publicidad se ve a las dos de la tarde, aproximadamente cada medio minuto.

j.        Jajaja, sí. Es como la idea de un publicista hombre de lo que sería una erección femenina. Llevo dos meses sin tele y estoy muy feliz. Solo extraño The big bang theory.

p.      Terrible, ¿no? Terriblemente dañino, pero no es ninguna novedad. Estamos realmente en pañales en cuanto a la temática de género, ¿no te parece?

j.        Sí, no está pasando nada desde la institucionalidad. Sólo la globalización nos va echando una mano.

p.      La Ley Antiracismo. ¿Qué opinas?

j.        ¿Qué opino de la ley en sí, o del puterío que se armó con la ley?

p.      No, de la Ley.

j.        Te soy sincero, ya ni me acuerdo de los artículos que contenía, los que pudieron ser "polémicos" en su momento. A mí me parece bien que sea delito perjudicar a alguien porque se te ocurre que su grupo es basura. Ta bien.

p.      ¿No te parece básico y fundamental que exista una ley así en Bolivia? Más allá de la forma en la que puedan aplicarla...

j.         Sí. Claro que siempre me deja el sabor amargo el hecho que la necesitemos, pero para eso son las leyes.

p.      Contame, ¿cómo es que comenzaste a trabajar en formación ciudadana?

j.        En los hechos, de manera accidental. Pero creo que la cosa iba a ir a parar por ahí de todos modos, por la formación en mi casa, por la pasión que tengo por entender la ciudad. Yo trabajaba en Chile cuando el Cedure creó su Programa Permanente de Formación Ciudadana, y me llamaron para venir a codirigir De Toco a Silla con Fede Morón. Aunque allá tenía trabajo y vivía con mi esposa, me sentía estancado, en un ámbito perfecto para un individualista, pero no para un tipo como yo; así que como de todas maneras, habíamos decidido con mi jermu volver a Santa Cruz en algún momento, la propuesta apuró la cosa y yo me vine corriendo. Ella me alcanzó varios meses después. De Toco a Silla me demostró que se puede cambiar el mundo, que es lo que yo quiero hacer.

p.      De Toco a Silla me encantó y 2Semanas tuvo gran éxito; la metodología la copiaron muchos noticieros, ¿no es cierto?, con espacios como El cazador urbano, de Unitel.

j.        Sí, eso es bueno. Claro que copiaron más la forma que el principio, pero al menos los temas se van instalando en el debate. Creo que a punta de machacar, el Cedure ha conseguido que se hable de la necesidad de educación ciudadana.

p.      Jose, eres músico también. Contame de ese aspecto de tu vida.

j.        ¡Ah, la música! Es una cosa mágica, oye. Hacer música con otras personas es algo parecido a lo que te decía de vivir en sociedad. Soy guitarrista y me gusta tocar jazz por lo de la improvisación. Claro que aunque estudié un poco por aquí y por allá, no me lo tomé como algo profesional y ahora mi pobre guitarra está en un rincón de mi casa, y me miiiira cuando paso. Comencé como guitarrista de heavy metal cuando era joven y rudo.

p.      El arte es una linda forma de cambiar el mundo, ¿no?

j.        Sí, el arte permite mover tu eje de percepción, aunque sea por un ratito. Y eso, ese ejercicio, esa destreza que se aprende, hace posible que uno sea capaz de ponerse en el lugar de los demás. Gran herramienta, de verdad.

p.      ¡Listo! Creo que estamos con esto. ¿Qué te pareció?, ¡no me mandaste al corno!

j.        Ya te iba a mandar porque se me acabaron los puchos, y así no vale. Día mundial sin tabaco del orto.

p.      Jajajaja. Bueno, más bien soy psíquica y vi que se te estaban acabando los puchos, por eso terminé la entrevista.

j.        Lo peor es que no tengo un mango.

p.      ¡Súper!, estamos en el mismo club. Solo que yo, encima de yesca, ¡no tengo trabajo!, pero igual quiero cambiar el mundo.

j.        Yo tengo trabajo, lo que no tengo es quien me lo financie. Jajaja. Estoy a todo escribir mi puto manual de convivencia urbana y todavía no tengo financiador.

p.      Uta. Triste. Lo bueno es que somos máquinas de ideas; alguna tiene que funcionar, ¿no?

j.        Sí. Mi mujer no se hace líos y siempre tiene una peguita, así que de hambre no se van a morir los escuincles.

p.      Son muy hermosos tus hijos.

j.        A propósito, me voy a relevarla pa’ que se vaya a su gimnasia-dance-ynoséquécosasmás. ¡Besos!

p.      Un beso, José Antonio y muchas, muchas gracias por tu tiempo y disponibilidad.  





Durante una hora y media de conversación (chat), José Antonio me reconfirmó que es uno de mis personajes favoritos de la actualidad  (yo sí tengo favoritos). Creo que lo que más necesitamos son bolivianos que quieran cambiar el mundo, como José Antonio. ¡Qué bueno que querer cambiar el mundo no haya pasado de moda!