domingo, 11 de marzo de 2012

Rodrigo Bellott



Marzo del 2012, Rodrigo Bellott está en Bolivia. Ha llegado para presentar oficialmente el largometraje Perfidia y para dictar un taller de producción de cine en el Espacio Simón Patiño en La Paz –del 12 al 17- y en el Centro Cultural Simón I. Patiño de Santa Cruz –del 19 al 24-. El taller se denomina PREDACTORES (PRoductores- Escritores- eDitores- ACtores- direcTORES). Yo trabajo coordinando el departamento de pedagógica en el Centro Cultural Simón I. Patiño, me estoy encargando de la organización del taller y en medio de toda nuestra comunicación logística nació esta entrevista, hecha de manera virtual a través del chat del gmail.

Este es otro Rodrigo, la persona y el artista, inseparable uno del otro. Este Rodrigo nos habla del amor, del miedo, de dios y de su poética Perfidia.




Rodrigo: ¿Estás?

Yo: Sí, estoy inscribiendo gente a tu taller.

Rodrigo: ¿Cuántos van?

Yo: Tenemos 35 inscritos.

Rodrigo: El sábado en La Paz hemos inscrito a 70, e imagino que habrá 10 personas más.

Yo: ¿Comencemos con la entrevista?

Rodrigo: Dale.

Yo: ¿Cuál es la pregunta más tonta que te han hecho en una entrevista?

Rodrigo: Jajaja. ¿Quién mato a la Llamita Blanca?

Yo: Jajaja. ¿En serio?, ¿respondiste a esa pregunta?, ¿qué?

Rodrigo: Respondí que había sido yo y luego le dije, “mentira” y acoté: “las circunstancias”, en referencia a la línea que Jacinto que le decía a la Domitila. Por otro lado, el jueves me preguntaron qué se podría hacer para acabar con la inseguridad en La Paz. De estas hay
muchas preguntas…

Yo: ¿Crees que un artista puede ser separado de su obra y viceversa?

(7 minutos)

Rodrigo: Creo que el artista está integralmente presente en la obra, desde su mirada, su historia, sus vivencias, sus gustos y búsquedas; pero al mismo tiempo creo que una vez la obra es vista, leída y consumida por el espectador, deja de ser suya.

Yo: ¿Tienes miedo?, ¿a qué?

Rodrigo: ¡Uy!, estás punzo cortante. Siempre le he tenido miedo a la muerte, desde chico, y de alguna manera lo trabajo en mi obra. Sin embargo, en los últimos años, en los que me he acercado a ella, me he dado cuenta que no es la muerte lo que me asusta, sino el no acabar lo que quiero hacer, esa sensación de dejar cosas incompletas, sin concretar. Sufro el síndrome del tiempo perdido, siento que no me alcanza para todo lo que quiero hacer en esta vida. Como miedo colateral y como aliciente, está el miedo a la violencia, el cual vengo trabajando desde el principio; quizás porque sé que escogí una vida que está llena de ella.

Yo: ¿Hacer cine te sirve para enfrentar esos miedos? Perdón, reformulo: ¿Hacer arte y ser artista te sirve para enfrentar esos miedos?

Rodrigo: Absolutamente. Más ahora que sé mejor quien soy y conozco mejor mi lugar en este mundo. Siempre digo que el cine o el arte me salvan la vida y es mi manera de entender el mundo. No es coincidente que mi trabajo siempre gire alrededor de la violencia física, verbal, emocional; el sexo como acto de violencia y poder, el rechazo, lo efímero, lo que perece y lo truncado.

Yo: Entonces, ¿haces arte solo para ti o piensas también en "el otro"?

Rodrigo: Siempre digo que la semilla inicial nace de intereses egoístas, pero también creo que tengo una responsabilidad y el cine/arte me da una posibilidad de trascendencia, de dejar algo en este mundo, ya sea para mis hijos, mi sobrino, o quien sea que venga y se encuentre con lo que deje, con lo que buscaba, con lo que intente deconstruir y entender. Tal vez suena soberbio, pero a la vez a mi me ha pasado con la poesía (Pizarnik, Pessoa, Vallejo), el cine (Greenaway, Kar Wai,
Almodovar), el arte y la música; sobre todo la música.

Yo: Cuando piensas en una película, un proyecto, ¿a tu cabeza llega primero la imagen o la historia?

Rodrigo: Imágenes. Un par de imágenes que no tienen sentido en primera instancia, un personaje, alguna secuencia, luego la música, el título de la película y el nombre del personaje; a partir de eso empiezo a inventar una historia (excusa), para que el personaje haga eso que vi en la primera imagen.

Yo: Me encanta eso de que las historias son solo excusas... y si esto es así, entonces, ¿qué es necesario para hacer buen cine?

Rodrigo: Siempre digo, a manera de responder esta pregunta que, NO ES LO MISMO TENER QUE DECIR ALGO, QUE TENER ALGO QUE DECIR. Entonces creo que el buen cine nace de TENER ALGO QUE DECIR. Tener una voz y una mirada y ser capaces de hacer algo visible que sin ti no podría ser visible en este mundo.

Yo: Si quieres, no respondes las siguientes preguntas, pero te las voy a lanzar…

Rodrigo: Jajajaja. Dale.

Yo: ¿Tienes alguna inclinación política?, ¿cuál? ¿Qué piensas de la religión? ¿Qué es el amor?

Rodrigo: Mi única política es el cambio, la posibilidad y soy pro humano a pesar de todo. Mi religión: creo en la vida, creo en dar y recibir, creo en un destino que es mitad azaroso y mitad controlado. Creo en un dios que está de acuerdo con todo y que cambia según el día; a veces es mujer, mayormente es niño, a veces es una viejito re buena onda, a veces es solo una sensación. Creo que dios no sabe lo que hace, al igual que nosotros, pero tiene buenas intenciones, y no juzga ni castiga, ni ordena, ni condena, no interfiere ni participa. Ahí está el gran don que nos dio: ¡la libertad! Y por último, el amor es la idea más destructiva en el pensamiento humano.

Yo: ¿Por qué?

Rodrigo: Porque aniquila la libertad, sesga el pensamiento individual, crea dependencias, genera inseguridad, inestabilidad, incertidumbre. Es violento, castrante, quita el aire y paraliza. El amor es un deporte extremo, donde pocos sobreviven... Yo creo en otro tipo de amor, uno que es más una decisión política y no un sentimiento, es un juicio y una promesa, el amor para mí es un acto de voluntad egoísta, individual; una intención y una acción, sobre todo eso UNA ACCIÓN. El amor esta sociabilizado en nuestras mentes de manera incorrecta, nosotros decimos amor cuando en realidad hablamos de deseo, cariño, compañía, sexo, validación, pertenencia. El amor es la voluntad de reflejar nuestras propias acciones y dejar de tener miedo.

Yo: Te voy a pasar unas palabras, a ver qué dices...

1. Bolivia
Rodrigo: Contradicción

2. Arte
Rodrigo: Oxígeno

3. Pop
Rodrigo: Predecible

4. Honestidad
Rodrigo: Mi religión

Yo: Rodri, ¿eres feminista?

Rodrigo: Siempre lo fui. Creo que he tenido más modelos de mujeres fuertes en mi vida, por eso siempre mis protagonistas son mujeres.

Yo: ¿Por qué crees que la gente le tiene fobia a la palabra feminismo?

Rodrigo: Porque no la entiende, por que la han aprendido como subversión, rebeldía, atentado, revancha, peligro, rompimiento del orden conocido. Si aprendiéramos que el amor de una madre es feminismo, quizás lo entenderíamos de otra manera.

Yo: ¿Qué dices de un homosexual machista?

Rodrigo: Es respuesta al complejo del macho fallido. Es un mecanismo de compensación y defensa. La sociedad machista cree que el homosexual es un hombre fallado, por lo tanto es más mujer que hombre o no lo suficientemente hombre; esa noción hace que él trate de compensar y demostrar lo contrario, rechaza su parte femenina a través de un comportamiento machista. Lo curioso es que un verdadero hombre macho, es solo aquel que es igualmente masculino y femenino, no en comportamiento sino en acciones, en pensamiento, en raciocinio. Los códigos de género son lo menos importantes que el sentirse cómodo con uno mismo.

Yo: Vamos a otros temas. El éxito es resultado de trabajo duro y constante. ¿Cierto?

Rodrigo: Es uno de los resultados, pero tendríamos que empezar por definir éxito.

Yo: Define éxito…

Rodrigo: El éxito es libertad, ausencia de miedo, seguridad, honestidad.

Yo: ¿Consideras que has alcanzado éxito?

Rodrigo: Considero que estoy en camino. Estoy empezando a dejar el miedo atrás, me siento muy seguro, lo que violenta a mucha gente. Creo que tengo una cierta libertad que he conseguido con trabajo duro y constante; pero aún quiero más.

Yo: ¿Perfidia significa éxito para ti?

Rodrigo: Cada película por largo o corto que sea, es un éxito. Cada obra completada es un éxito por que es un paso más hacia la búsqueda personal, porque responde ciertas necesidades e inaugura nuevas preguntas e inquietudes, porque toda creación es una buena noticia, porque lo opuesto a la guerra es la creación. Perfidia en particular, es un cierre de una etapa en mi vida, es un vuelco de página. Perfidia es la inauguración de una nueva fase en mi vida creativa y en mi carrera.

Yo: Si la historia de Perfidia es una excusa para algo que quisiste decir, ¿qué sería eso?

(13 minutos)

Rodrigo: Creo que voy a volver a decirte lo que ya te respondí. Que el éxito y el crear es una actividad muy solitaria, que perdí la ilusión del amor y aprendí a conocer otro amor, que el libre, que es menos dependiente, que nace y empieza del amor propio. Que es necesario matar muchos conceptos con los que fuimos criados y sociabilizados para que ese amor pueda crecer y expandirse. Que yo me merezco un "tú me mereces" y que mi soledad es infinitamente pequeña comparada con la grandiosidad y frialdad de este mundo.

Yo: Si te digo: Perfidia es poesía...

Rodrigo: Te diría yo que estás en lo correcto. Creo que es el lenguaje o género que mejor la define como propuesta.

Yo: Si muchas películas se han hecho a partir de libros; ¿podría yo escribir un libro a partir de Perfidia?

Rodrigo: Sería un honor.

Yo: ¡Súper! Creo que tengo aquí todo lo que quería mostrar de ti y que no había visto en ninguna de las otras entrevistas que te han hecho en este último tiempo. ¿Quisieras añadir algo?

Rodrigo: Jajaja. No sé, ¿cómo lo ves tú? Me agarraste melancólico, muy pérfido.

Yo: Para mí está perfecto... poético. Gracias Rodri.